Mamá, de mayor quiero que me regalen un aspirador ¡MULTICICLÓNICO!

No sé si ponerme seria, ponerme triste o ponerme a limpiar que parece que son mis quehaceres obligatorios y necesarios como mujer que soy. 

Me parió mi madre hace ya algunos años. Una mujer también. Mi padre también puso de su parte en mi creación, ¡vaya! Gracias a ambos-desde aquí os saludo-. Me vistieron de rosa, de azul, de blanco y de amarillo. Jamás tuve una película de princesas pero me sabía los documentales de los osos polares de memoria. ¡Y el Rey León! Me regalaron muñecas, muñecos, coches y pizarras. Crecí quitándoles la cabeza a las muñecas para poder contemplar con entusiasmo cómo esa pelota redonda que se introducía por el cuello les daba estabilidad. Quizá esta confesión me inhabilite para defender lo que aquí ahora defenderé con mis palabras: la igualdad.

Imagen de Mafalda

El otro día, a bastantes años ya de mis decapitaciones a las Barbies -también les rompía las ruedas a los coches, a ver si vais a creer lo que no es- decidí ¡oh, valiente! abrir mi bandeja de entrada. Resulta que, por si no lo saben ustedes, tengo un correo electrónico, bueno uno no, tengo varios. ¡Valiente!

Groupon me avisaba de una fantástica noticia. ¡Se acercaba el día de la mujer! Resulta que después de que mi madre me pariese una serie de acontecimientos me hicieron interiorizar mi condición de mujer: tenía que ir guapa desde ese momento en adelante por los siglos de los siglos ¡AMÉN! (Y amen, sin tilde, sobre todo si son mujeres, amen por encima de vuestros cuerpos y mentes). Por esta razón yo me di por aludida en este mensaje. ¿¡Van a regalarme algo!?

El maravilloso mensaje que me llamó la atención

Me encantaría hacer una pausa para explicar que esto ya olía a chamusquina, siempre que se intente regalar algo en el día de la mujer trabajadora va a oler a chamusquina, a podrido y a polvo ¡sobre todo a polvo! Pero no quiero entretenerme porque doy por hecho que quien está leyendo esto comprende mi enfado ante el hecho de realizar regalos en este día sin saber tan siquiera lo que en él se conmemora. Y si no lo sabéis podéis ir cerrando esta pestaña y abriendo la Wikipedia, por ese orden por favor. Gracias.

Regalos, regalos, regalos, ¡joder mamá! ¡Ya sé para qué me pariste aquel día! Si es que lo he sabido desde siempre. Hay días, supongo que nos pasa a todos pero a las mujeres más -ya sabéis eso de los estrógenos y blablabla- que no sabemos lo que queremos en nuestra vida. Yo llevaba una semana dudándolo pero ¡Groupon me ha abierto los ojos! Sí, mamá, Groupon y no tú tus zumos de naranja a los que se les iba las vitaminas. 







Un centro de fregado, un corset modelador, una aspiradora muticiclónica. ¡MULTICICLÓNICA! ¿No os suena a los juguetes de los niños? Y digo bien, sí: NIÑOS. Cilónico. ¡SÚPER BESTIA!

Después de un ratito irónico riéndome en exceso me comencé a enfadar -vaya mujer, ¿te vino la regla?-. Corriendo a por una compresa a denunciar ante el Gobierno tan tremenda falta de respeto me metí en la página de nuestro maravilloso Partido Popular, que anda festejando el Día Internacional de la Mujer con un programa repleto de actos a favor de la igualdad entre sexos.



Menos mal que aún me queda un lugar al que recurrir, mi ciudad natal, Ávila. Me avisa una compañera de un acto maravilloso organizado por la Confae (Confederación abulense de empresarios) para este día que tanto parece tener que celebrar. ¡VAMOS A VER QUE NOS REGALA! ¿IGUALDAD? ¿SALARIO JUSTO? QUÉ ILUSIÓOOOOON



¡Mamá, mamá! ¡Una cata de vinos! ¡Menos mal que me pariste mujer!

Quizá, quiero creer, la gente esté a favor de la igualdad, quizá la gente no dé las mayores cifras de audiencias a programas que fomenten la discriminación, quizá se vete al colectivo estúpido de aparecer en la caja tonta, pero cuál es mi sorpresa cuando...



La buena madre que es la novia de Kiko Rivera, según nos asegura, y el delantal que Osborne le da a Miguel Poveda para su novia -que por cierto es un reconocido homosexual ¡pa' mear y no echar gota!- me demuestran una cosa. Una única verdad: EL MACHISMO ES UNA INVENCIÓN.

Esto, señores, es vida. ¿Dónde ven el machismo? ¿Dónde lo ven en cada vuelta a casa con miedo de una mujer que camina sola? ¡Ah, claro, en su falda! ¿Dónde lo ven en cada mujer asesinada a sangre fría a manos de sus parejas ex parejas? ¡Ah, claro, en sus denuncias falsas! ¿Dónde lo ven en cada "con eso no salgas que se te ve todo"? Tienes que ser más señorita. Lloras como una niña. La señora de la limpieza. La ama de casa. Me la tiro y que se pire. 

Es que, de verdad, somos unas exageradas. Nos dejan entrar gratis en las discotecas y nos quejamos. Nos regalan un delantal y también nos quejamos. Un aspirador ¡¡¡¡MULTICICLÓNICO!!!! y aún tenemos los ovarios de quejarnos. Menos mal que cuando nos matan nos dejamos de quejar.

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